miércoles, 15 de septiembre de 2010

Extracción del diamante marino.

"A vos y al azul otoño inolvidable"


No quería caer en la tentación de escribirte, pero cuando una mirada me deslumbra no puedo evitar convertirla en poesia, en una parte de mi, hasta convivir con ella o simplemente dejarla ir.
Quería emanciparme del viento frio de julio, pero tu recuerdo está latente, y es tan latente y vital, en una foto, como en el cielo mismo o en alguna silueta símil a... a vos.
Intento olvidarte invierno! pero tus ojos y tu forma de mirar, y tu pelo acariciado por el mar, y tu piel trastocada y erizada por el viento, y tus manos, tu sonrisa, y los espacios repletos por tu energía, tu aura, tu paz...
Y la danza y tus colores, tu pasión y tu sabiduría, y los matices de tu voz... y este sentimiento ambiguo y sin sentido, que se alimenta de recuerdos e inseguridades.
Pero tus pies y la luna, y todo es tan bello.
Y si volviera a verte, se que me averguenzaría mirarte... miedo, miedo al amor, miedo a que se precipite la marea de astros y cuerpos celestes que juegan dentro de mi ser.
Y mis cursilerías, son lo único que tengo para ofrecerte, esta poesia pobre pero sincera, incomprensible y confundida. Un violin desafinado, este insomnio que se agiganta en mi pupila mientras veo pasar tus imagenes y mis sueños.
Ya sos invierno y mar, y tengo miedo... le temo a la primavera, al verano y al otoño, me atemoriza la idea de que te conviertas en todos los meses del año. Le temo a las flores que vayan a colorear el verde... O al amor, es el amor?... Tendré que ocultarme, o huir...